Justo cuando parecía que Andre Cronje se había retirado del sector cripto, el legendario “Padre de DeFi” ha protagonizado un regreso.
Ahora lanza un proyecto completamente nuevo: Flying Tulip. Hoy, el proyecto ha anunciado una ronda de financiación de 200 millones de dólares y sus planes para una venta pública de tokens.
Lo que distingue esta venta pública es un mecanismo innovador: tú puedes destruir tus tokens y retirar el capital en cualquier momento. Así, los participantes cuentan con protección ante pérdidas, pero mantienen la posibilidad de obtener beneficios ilimitados.
Si participaste en el DeFi Summer de 2020, seguro que conoces su nombre.
Andre Cronje es el fundador de Yearn Finance (YFI), un desarrollador pionero que impulsó la revolución DeFi con pura programación. YFI se ganó la reputación de ser “el token más justo”, ya que Cronje no se reservó ninguna asignación inicial.
Tras lanzar varios proyectos virales y afrontar disputas en la comunidad e incidentes de seguridad, Cronje se apartó de la escena pública en 2022. Ahora, vuelve con Flying Tulip.
Nota del editor: “Flying Tulip” significa literalmente “tulipán volador”. El tulipán está ligado históricamente a las burbujas financieras; la “Tulip Mania” del siglo XVII fue la primera burbuja especulativa documentada.
La elección del nombre Flying Tulip por parte de Cronje es consciente y deliberada: aunque el sector cripto pueda recordar a los tulipanes, esta vez su intención es que “vuelen” de verdad. Es decir, Flying Tulip busca convertir lo que antaño simbolizaba una “burbuja” en algo estable, auténtico y dinámico, gracias a mecanismos on-chain.
Según la documentación oficial, Flying Tulip está diseñado como una plataforma financiera on-chain integral, que reúne funciones muy conocidas para los usuarios de cripto—stablecoins, préstamos, operaciones al contado, instrumentos derivados, opciones y seguros—en un único sistema.
En pocas palabras, el objetivo es crear una “plataforma DeFi integral” donde puedas:
Todo ello se gestiona en una cuenta única, evitando saltar entre distintas plataformas.
La característica más destacada es el “Onchain Redemption Right” de Flying Tulip.
Por lo general, tras participar en una venta pública de tokens, los fondos quedan bloqueados sin importar la evolución del precio.
Flying Tulip incorpora un mecanismo de “reembolso programable”—
Cualquier participante puede destruir sus tokens $FT en cualquier momento y recuperar su capital (por ejemplo, ETH).
Los fondos se devuelven automáticamente desde una reserva on-chain específica.
Este sistema se parece a un seguro on-chain, ya que garantiza que el inversor no lo pierde todo y mantiene el potencial de rentabilidad abierto.
Es fundamental señalar que el equipo advierte que no es un “capital garantizado” ni un “seguro de depósito”: el fondo de reserva es limitado y el reembolso dependerá de los fondos disponibles.
En las presentaciones para inversores, Cronje ha explicado que, aunque la estructura pueda parecer restrictiva, Flying Tulip pretende invertir estos activos en estrategias de generación de rendimiento on-chain, como Aave, Ethena, Spark y otros protocolos DeFi relevantes.
El objetivo es alcanzar un rendimiento anual estimado del 4 %.
Si el límite de recaudación llega a 1 000 millones de dólares, se generarían unos 40 millones de dólares anuales en intereses.
Los rendimientos se utilizarán para:
Cronje resume el modelo en sus materiales para inversores: “Aprovechamos los rendimientos recurrentes para impulsar crecimiento e incentivos, ofrecemos protección permanente contra pérdidas mediante opciones de venta y mantenemos la posibilidad de rentabilidad ilimitada para el token, generando un círculo virtuoso de crecimiento.”
Otro dato clave: el equipo de Flying Tulip no recibe ninguna asignación inicial de tokens.
Todos los ingresos del equipo proceden del rendimiento real del proyecto, destinado a recompra de tokens FT en el mercado y liberado según el plan público.
En definitiva, el equipo solo obtiene recompensas cuando el protocolo genera beneficios y atrae usuarios reales.
Esto alinea los intereses del equipo y de los inversores: cuanto más éxito tenga el proyecto, mayores serán los ingresos del equipo.
Flying Tulip ya ha recaudado 200 millones de dólares en financiación privada de:
Ahora el equipo lanzará ventas públicas en varias cadenas, con la meta de alcanzar un total de 1 000 millones de dólares en financiación.
La llegada de Flying Tulip trae a la memoria la era de 2020, cuando “el código transformó las finanzas”.
En esta ocasión, Andre Cronje se centra no solo en la innovación, sino también en aportar confianza y sostenibilidad a DeFi. Tras la depuración y la crisis de confianza del sector, el regreso de Cronje podría ser mucho más que la vuelta de un desarrollador: puede marcar el inicio de un nuevo ciclo DeFi.