En los últimos tiempos, Ripple ha reforzado su colaboración con la firma de pagos de Singapur Thunes, afianzando la alianza que mantienen desde 2020, con el objetivo de ampliar su red global de pagos. Este proyecto pretende integrar la tecnología blockchain en las infraestructuras de pago ya existentes, mejorando así la eficiencia de las transacciones internacionales en más de 90 mercados, con énfasis en economías emergentes y zonas con baja inclusión bancaria.
Thunes gestiona una red inteligente de pagos, conectando bancos, monederos electrónicos y emisores de tarjetas. Gracias a la asociación con Ripple, las empresas podrán optimizar la gestión de liquidez y acelerar los tiempos de liquidación. En regiones con acceso restringido a la banca tradicional, esto resulta especialmente crucial, donde las remesas internacionales continúan viéndose afectadas por los altos costes y una infraestructura fragmentada.
Esta colaboración se basa en la integración de la plataforma blockchain de Ripple con el sistema SmartX Treasury de Thunes, que orquesta los flujos de liquidez dentro de la red y facilita pagos en divisas locales. Este enfoque resulta idóneo en mercados donde predominan los monederos electrónicos. Plataformas como M-Pesa, GCash y WeChat Pay siguen siendo vías fundamentales para acceder a servicios financieros.
Además, Ripple mantiene un compromiso firme con la regulación y la transparencia, fortaleciendo la confianza del mercado mediante informes de prueba de reservas en cadena y auditorías independientes. Thunes opera una red global que alcanza más de 130 países, soporta más de 80 divisas, 3 000 millones de monederos electrónicos y 4 000 millones de cuentas bancarias, facilitando pagos internacionales en tiempo real.
Esta alianza no solo reduce los costes para empresas que transfieren fondos, sino que acelera la ejecución de transacciones y amplía la accesibilidad a servicios financieros transfronterizos para los usuarios, sobre todo en regiones desatendidas por la banca convencional.
Desde el punto de vista técnico, XRP ha experimentado un fuerte rebote tras poner a prueba el soporte en 2,7 $, confirmando este nivel como mínimo de varias semanas. Si los compradores mantienen la presión, XRP podría buscar la resistencia de corto plazo entre 3 $ y 3,6 $.
En las últimas sesiones, XRP muestra una tendencia descendente, formando un patrón de triángulo descendente con base en los 2,7 $. El volumen de negociación ha caído, lo que evidencia el predominio de los vendedores y augura que la dirección del mercado se clarificará hacia mediados de septiembre. Si el soporte en 2,7 $ se rompe, la siguiente referencia será 2,5 $.
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La asociación entre Ripple y Thunes subraya el potencial de integración entre blockchain y los sistemas tradicionales de pagos. A corto plazo, XRP podría mantenerse dentro del rango entre 2,7 $ y 3,6 $; un cierre por encima de la resistencia abriría la puerta a nuevas subidas. Para anticipar el próximo movimiento, te recomiendo que sigas muy de cerca los niveles de soporte en 2,7 $ y de resistencia en 3,6 $.