Nosotros en Cryptonomist estuvimos presentes en la Semana de la Cadena de bloques de París, donde se llevó a cabo un panel de alto nivel dedicado al futuro de la inteligencia artificial en sinergia con la tecnología de cadena de bloques. Una discusión acalorada, rica en conocimientos técnicos y éticos, destacó las oportunidades y contradicciones de esta convergencia tecnológica. Desde la gestión de datos personales hasta el costo energético de la IA, hasta la soberanía del usuario, el debate tocó los puntos críticos del Web3 del mañana.
Tomando el escenario estaban Amelia Daly, Kevin Riou, Claudio Bedino, Ethan Pierse y Aymen Soufi, cinco expertos de la industria que ofrecieron perspectivas complementarias y en profundidad sobre cómo abordar la adopción masiva de la Cadena de bloques gracias a la inteligencia artificial.
El costo real de la IA: cada aviso tiene un precio
El panel se abrió con una reflexión sorprendente: cada interacción con ChatGPT o similar cuesta alrededor de 0.46 dólares. Una cifra que incluye el consumo de energía, la potencia de computación y la infraestructura necesaria para generar respuestas en tiempo real. Este costo no recae en el usuario final, especialmente si utiliza versiones gratuitas. Pero entonces, ¿quién paga la cuenta?
La respuesta es tan simple como inquietante: se extrae valor de nuestros datos. El usuario, a cambio de acceso gratuito, cede información valiosa que es procesada, almacenada y a menudo monetizada. Una dinámica bien conocida, que hace que un enfoque diferente, más ético y descentralizado sea aún más urgente.
IA y Cadena de bloques: protección de datos y participación
Precisamente en este contexto, la cadena de bloques entra en juego, vista como una herramienta para la protección de la privacidad y el retorno del control a los usuarios. Uno de los ponentes enfatizó cómo, a través de la tokenización y arquitecturas descentralizadas, es posible romper el monopolio de las grandes tecnológicas, que hoy poseen enormes cantidades de datos personales.
La IA y la cadena de bloques juntas pueden crear nuevos modelos de gobernanza de la información, en los que el usuario decide cómo, cuándo y con quién compartir sus datos. No solo en el sector financiero, sino también en áreas sensibles como la salud, la educación y el consumo de energía.
La paradoja energética: ¿dobles estándares?
Un tema candente del panel fue la energía requerida para la inteligencia artificial, a menudo comparada con la de la cadena de bloques. Mientras que en años anteriores Bitcoin y otros proyectos de Prueba de Trabajo han sido criticados por su alto consumo, hoy la IA utiliza incluso mayores cantidades de electricidad, sin enfrentar la misma ola de críticas.
“Pasamos años justificando el uso de energía de la minería y ahora nadie discute el costo climático de los memes generados por ChatGPT”, observó uno de los ponentes. Una clara invitación a evaluar la innovación con coherencia y transparencia, más allá de las tendencias del momento.
Soberanía digital: ¿un riesgo de centralización disfrazado?
El tema central de la discusión se centró en la soberanía individual. La cadena de bloques fue creada como una tecnología de desintermediación, donde cada usuario es responsable de sus propias claves y decisiones. Pero, ¿qué sucede si delegamos estas elecciones a una IA agentiva, capaz de firmar transacciones o gestionar billeteras?
Según algunos expertos, existe el riesgo de recrear el intermediario, precisamente aquel que el ecosistema cripto había intentado eliminar. La adopción de una IA demasiado autónoma podría erosionar el concepto de custodia personal y crear nuevas formas de dependencia tecnológica.
La IA como una herramienta, no un sustituto
A pesar de estos problemas críticos, todos los participantes del panel reconocieron el enorme potencial de la IA como una herramienta de apoyo. Desde pronósticos de consumo de energía hasta una gestión de activos optimizada, la inteligencia artificial puede simplificar la vida de los usuarios y aumentar la precisión de las decisiones.
“La IA debe ayudar a los humanos a tomar decisiones, no tomarlas en su lugar”, afirmó uno de los panelistas, enfatizando que el enfoque correcto es uno de colaboración, no de sustitución.
Aplicaciones futuras y desafíos técnicos
Entre los casos de uso mencionados, destacan los siguientes:
Indexación automática de datos de la cadena de bloques, simplificando el trabajo de los desarrolladores
Bots inteligentes para la educación financiera
IA para la validación de nodos y la interoperabilidad entre cadenas
Sin embargo, también se reiteró que los actuales agentes de IA todavía son primitivos. La mayoría están limitados a operaciones especulativas como el comercio, a menudo de manera ineficaz. El desafío es desarrollar modelos más sofisticados, contextuales y controlables.
Conclusión: gobernanza, ética y responsabilidad
El panel de la Semana de la Cadena de Bloques de París ha puesto de relieve uno de los temas más cruciales para el futuro de Web3. La combinación de IA y cadena de bloques ofrece posibilidades extraordinarias, pero también requiere atención, ética y un diseño consciente.
El verdadero problema en juego no es solo técnico, sino cultural: ¿quién controlará los datos, modelos y decisiones del futuro? Nosotros en Cryptonomist continuaremos siguiendo de cerca esta evolución, para informar con experiencia y transparencia sobre los desafíos y oportunidades del nuevo ecosistema digital.
El contenido es solo de referencia, no una solicitud u oferta. No se proporciona asesoramiento fiscal, legal ni de inversión. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más información sobre los riesgos.
IA y Cadena de bloques en la Semana de la Cadena de bloques de París: entre privacidad, energía y libertad digital
Nosotros en Cryptonomist estuvimos presentes en la Semana de la Cadena de bloques de París, donde se llevó a cabo un panel de alto nivel dedicado al futuro de la inteligencia artificial en sinergia con la tecnología de cadena de bloques. Una discusión acalorada, rica en conocimientos técnicos y éticos, destacó las oportunidades y contradicciones de esta convergencia tecnológica. Desde la gestión de datos personales hasta el costo energético de la IA, hasta la soberanía del usuario, el debate tocó los puntos críticos del Web3 del mañana.
Tomando el escenario estaban Amelia Daly, Kevin Riou, Claudio Bedino, Ethan Pierse y Aymen Soufi, cinco expertos de la industria que ofrecieron perspectivas complementarias y en profundidad sobre cómo abordar la adopción masiva de la Cadena de bloques gracias a la inteligencia artificial.
El costo real de la IA: cada aviso tiene un precio
El panel se abrió con una reflexión sorprendente: cada interacción con ChatGPT o similar cuesta alrededor de 0.46 dólares. Una cifra que incluye el consumo de energía, la potencia de computación y la infraestructura necesaria para generar respuestas en tiempo real. Este costo no recae en el usuario final, especialmente si utiliza versiones gratuitas. Pero entonces, ¿quién paga la cuenta?
La respuesta es tan simple como inquietante: se extrae valor de nuestros datos. El usuario, a cambio de acceso gratuito, cede información valiosa que es procesada, almacenada y a menudo monetizada. Una dinámica bien conocida, que hace que un enfoque diferente, más ético y descentralizado sea aún más urgente.
IA y Cadena de bloques: protección de datos y participación
Precisamente en este contexto, la cadena de bloques entra en juego, vista como una herramienta para la protección de la privacidad y el retorno del control a los usuarios. Uno de los ponentes enfatizó cómo, a través de la tokenización y arquitecturas descentralizadas, es posible romper el monopolio de las grandes tecnológicas, que hoy poseen enormes cantidades de datos personales.
La IA y la cadena de bloques juntas pueden crear nuevos modelos de gobernanza de la información, en los que el usuario decide cómo, cuándo y con quién compartir sus datos. No solo en el sector financiero, sino también en áreas sensibles como la salud, la educación y el consumo de energía.
La paradoja energética: ¿dobles estándares?
Un tema candente del panel fue la energía requerida para la inteligencia artificial, a menudo comparada con la de la cadena de bloques. Mientras que en años anteriores Bitcoin y otros proyectos de Prueba de Trabajo han sido criticados por su alto consumo, hoy la IA utiliza incluso mayores cantidades de electricidad, sin enfrentar la misma ola de críticas.
“Pasamos años justificando el uso de energía de la minería y ahora nadie discute el costo climático de los memes generados por ChatGPT”, observó uno de los ponentes. Una clara invitación a evaluar la innovación con coherencia y transparencia, más allá de las tendencias del momento.
Soberanía digital: ¿un riesgo de centralización disfrazado?
El tema central de la discusión se centró en la soberanía individual. La cadena de bloques fue creada como una tecnología de desintermediación, donde cada usuario es responsable de sus propias claves y decisiones. Pero, ¿qué sucede si delegamos estas elecciones a una IA agentiva, capaz de firmar transacciones o gestionar billeteras?
Según algunos expertos, existe el riesgo de recrear el intermediario, precisamente aquel que el ecosistema cripto había intentado eliminar. La adopción de una IA demasiado autónoma podría erosionar el concepto de custodia personal y crear nuevas formas de dependencia tecnológica.
La IA como una herramienta, no un sustituto
A pesar de estos problemas críticos, todos los participantes del panel reconocieron el enorme potencial de la IA como una herramienta de apoyo. Desde pronósticos de consumo de energía hasta una gestión de activos optimizada, la inteligencia artificial puede simplificar la vida de los usuarios y aumentar la precisión de las decisiones.
“La IA debe ayudar a los humanos a tomar decisiones, no tomarlas en su lugar”, afirmó uno de los panelistas, enfatizando que el enfoque correcto es uno de colaboración, no de sustitución.
Aplicaciones futuras y desafíos técnicos
Entre los casos de uso mencionados, destacan los siguientes:
Indexación automática de datos de la cadena de bloques, simplificando el trabajo de los desarrolladores
Bots inteligentes para la educación financiera
IA para la validación de nodos y la interoperabilidad entre cadenas
Sin embargo, también se reiteró que los actuales agentes de IA todavía son primitivos. La mayoría están limitados a operaciones especulativas como el comercio, a menudo de manera ineficaz. El desafío es desarrollar modelos más sofisticados, contextuales y controlables.
Conclusión: gobernanza, ética y responsabilidad
El panel de la Semana de la Cadena de Bloques de París ha puesto de relieve uno de los temas más cruciales para el futuro de Web3. La combinación de IA y cadena de bloques ofrece posibilidades extraordinarias, pero también requiere atención, ética y un diseño consciente.
El verdadero problema en juego no es solo técnico, sino cultural: ¿quién controlará los datos, modelos y decisiones del futuro? Nosotros en Cryptonomist continuaremos siguiendo de cerca esta evolución, para informar con experiencia y transparencia sobre los desafíos y oportunidades del nuevo ecosistema digital.