En el vasto paisaje de Web3, las primeras blockchains eran como complejos de apartamentos abarrotados: cientos de proyectos, desde plataformas DeFi hasta ecosistemas de juegos y mercados de NFT, apiñados en pasillos compartidos, luchando por espacio y recursos. ¿El resultado? Cuellos de botella, altos costos y un rendimiento comprometido. A medida que Web3 madura, la necesidad de un nuevo paradigma arquitectónico se ha vuelto clara. Entra Caldera, un proyecto visionario que reimagina Web3 como una *ciudad digital* donde *rollups soberanos* sirven como especí.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
En el vasto paisaje de Web3, las primeras blockchains eran como complejos de apartamentos abarrotados: cientos de proyectos, desde plataformas DeFi hasta ecosistemas de juegos y mercados de NFT, apiñados en pasillos compartidos, luchando por espacio y recursos. ¿El resultado? Cuellos de botella, altos costos y un rendimiento comprometido. A medida que Web3 madura, la necesidad de un nuevo paradigma arquitectónico se ha vuelto clara. Entra Caldera, un proyecto visionario que reimagina Web3 como una *ciudad digital* donde *rollups soberanos* sirven como especí.