El baile de máscaras de las malas noticias del empleo no agrícola Los datos de empleo no agrícola de agosto quedaron muy por debajo de las expectativas, y el "termómetro" de la economía estadounidense ha encendido directamente la luz roja. Originalmente, el mercado laboral era una fuente de confianza, pero ahora se ha convertido en una alarma de recesión. Las empresas no están contratando, los consumidores están más tensos, y la cadena económica es como una bicicleta que se le ha caído la cadena; por mucho que se pedalee, no es estable. Pero llegó el drama: con datos malos, el mercado en cambio se disparó. ¿La razón? Las expectativas de recortes de tasas se calientan, y se avecina un gran paquete de liquidez. Así, las malas noticias se pusieron la máscara de "buenas noticias" y se convirtieron en el boleto para la fiesta del mercado. Visto de otra manera, esto en realidad es la versión financiera del "lobo viene". Cada vez que los datos caen, los inversionistas gritan: ¡el lobo viene, la Reserva Federal debe bajar las tasas de interés! Con el tiempo, el mercado se ha acostumbrado a intercambiar pánico por flexibilización. Pero una vez que el verdadero lobo aparece, el resultado suele ser "las ovejas se han ido, y también se ha ido el azúcar". Resumen: El mal desempeño de los datos no agrícolas es una señal de un mercado favorable a corto plazo, pero a largo plazo indica una debilidad en la economía. Los inversores no deben dejarse engañar por el baile de máscaras, ya que al final, quienes compran son a menudo los que más bailan.
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#非农就业数据来袭#
El baile de máscaras de las malas noticias del empleo no agrícola
Los datos de empleo no agrícola de agosto quedaron muy por debajo de las expectativas, y el "termómetro" de la economía estadounidense ha encendido directamente la luz roja. Originalmente, el mercado laboral era una fuente de confianza, pero ahora se ha convertido en una alarma de recesión. Las empresas no están contratando, los consumidores están más tensos, y la cadena económica es como una bicicleta que se le ha caído la cadena; por mucho que se pedalee, no es estable.
Pero llegó el drama: con datos malos, el mercado en cambio se disparó. ¿La razón? Las expectativas de recortes de tasas se calientan, y se avecina un gran paquete de liquidez. Así, las malas noticias se pusieron la máscara de "buenas noticias" y se convirtieron en el boleto para la fiesta del mercado.
Visto de otra manera, esto en realidad es la versión financiera del "lobo viene". Cada vez que los datos caen, los inversionistas gritan: ¡el lobo viene, la Reserva Federal debe bajar las tasas de interés! Con el tiempo, el mercado se ha acostumbrado a intercambiar pánico por flexibilización. Pero una vez que el verdadero lobo aparece, el resultado suele ser "las ovejas se han ido, y también se ha ido el azúcar".
Resumen: El mal desempeño de los datos no agrícolas es una señal de un mercado favorable a corto plazo, pero a largo plazo indica una debilidad en la economía. Los inversores no deben dejarse engañar por el baile de máscaras, ya que al final, quienes compran son a menudo los que más bailan.