Solo enseñar a las personas a ser amables, pero no a protegerse, es en sí mismo un mal. En la sociedad real no hay tantos cuentos de hadas; la gente desea que siempre seas ingenuo, para que puedan manipularte a su antojo. Lo más odioso es que te inyectan fantasías hermosas, pero no te dicen lo cruel que es el mundo.
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Solo enseñar a las personas a ser amables, pero no a protegerse, es en sí mismo un mal. En la sociedad real no hay tantos cuentos de hadas; la gente desea que siempre seas ingenuo, para que puedan manipularte a su antojo. Lo más odioso es que te inyectan fantasías hermosas, pero no te dicen lo cruel que es el mundo.