Voy a reescribir este artículo, adoptando una perspectiva en primera persona y añadiendo un poco de crítica:

Como observador que ha estado siguiendo de cerca el mundo de las criptomonedas, debo decir que el caso de Bali revela el lado oscuro de este círculo.

Esa mañana, cuando escuché la noticia de que una pareja china había sido asesinada en un hotel de cinco estrellas en Bali, no me sorprendió. Esta tragedia ya es común en el mundo de las criptomonedas.

El fallecido, Li, tenía solo 25 años y ya poseía coches de lujo y mansiones en Camboya. Esto me hace sonreír fríamente, ¿de dónde salió tanto dinero? La respuesta es obvia: simplemente cosechando dinero de los incautos.

Lo que se conoce como "enriquecerse en el mundo de las criptomonedas" no es más que una forma de estafar a los incautos. Los proyectos de "mercado primario" y "airdrops" que son promocionados, en esencia, son fraudes. La mayoría de las personas pierden su inversión, solo unos pocos se enriquecen.

Lo ridículo es que, incluso si ganan dinero, estas personas no pueden disfrutarlo. Las mafias del sudeste asiático los ven como ovejas gordas, siempre al acecho. Hoy brillas con esplendor, mañana podrías estar muerto en la calle.

Debo señalar que las personas engañadas también tienen su parte de culpa. Sabiendo los riesgos, aún persiguen codiciosamente las grandes ganancias. Esta estudiante universitaria de 22 años es un ejemplo típico. Por un bolso de marca, estuvo dispuesta a relacionarse con un magnate del mundo de las criptomonedas, y al final perdió la vida.

Este círculo está lleno de engaños y violencia, les aconsejo a todos que se mantengan alejados. Esa supuesta "libertad financiera" no es más que un espejismo, y el precio podría ser tu vida.