El 30 de octubre por la madrugada, La Reserva Federal (FED) publicará su esperada decisión sobre la Tasa de interés y su declaración de políticas, seguida de una conferencia de prensa del presidente de la FED, Jerome Powell. El contexto de esta decisión es bastante complejo, y está influenciado principalmente por tres factores: la falta de datos económicos clave debido al cierre del gobierno, el continuo debilitamiento del mercado laboral, y la gradual relajación de las presiones inflacionarias.
En este caso, el mercado espera en general que la Reserva Federal (FED) podría adoptar una política combinada de recortar las tasas de interés en 25 puntos básicos y suspender la reducción del balance. Esta expectativa refleja la incertidumbre y complejidad del entorno económico actual.
La debilidad del mercado laboral se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los responsables de la toma de decisiones. Aunque los datos de empleo no agrícola de septiembre se publicaron con retraso debido al cierre del gobierno, otros indicadores laborales muestran una clara desaceleración en el mercado laboral. Por ejemplo, el informe de empleo ADP de septiembre muestra que se crearon solo 12,000 nuevos empleos, un mínimo reciente. Al mismo tiempo, el número de solicitudes iniciales de subsidios por desempleo ha aumentado a 220,000, mientras que el número de vacantes en el sitio de búsqueda de empleo Indeed ha caído a 8.5 millones, un 25% menos que en el pico.
El informe del libro beige de la Reserva Federal (FED) señala que la demanda de mano de obra en todos los sectores de EE. UU. es generalmente débil, y las empresas están adoptando en general una estrategia de "bajas contrataciones y bajas despidos". Aunque la tasa de desempleo se mantiene en el 4.1%, la proporción de desempleados de larga duración ha alcanzado el 25.7%, y la tasa de participación laboral ha disminuido en 0.4 puntos porcentuales en comparación con el año anterior, estos datos reflejan que la calidad del empleo está empeorando.
Por otro lado, la disminución de la presión inflacionaria proporciona cierto espacio para que la Reserva Federal (FED) reduzca las tasas de interés. El índice de precios al consumidor de septiembre (CPI) aumentó un 0.3% respecto al mes anterior, y el CPI básico aumentó un 0.2% respecto al mes anterior, ambos por debajo de las expectativas del mercado. El aumento de los precios de alimentos, bienes y servicios básicos se ha reducido de manera generalizada, y el impacto de los aranceles sobre la inflación también es relativamente limitado. La tasa de inflación de servicios básicos (excluyendo la vivienda) cayó interanualmente al 3.1%, lo que indica que el nivel actual de tasas de interés ya ha ejercido cierto efecto de contención sobre el aumento de precios.
A pesar de que las expectativas de inflación a corto plazo de los consumidores aumentaron ligeramente del 5.8% en septiembre al 5.9%, las expectativas de inflación a largo plazo se mantienen relativamente estables. En este contexto, la Reserva Federal (FED) enfrentará el desafío de sopesar los pros y los contras al formular políticas monetarias, necesitando encontrar un punto de equilibrio entre estimular el empleo y controlar la inflación.
Con la proximidad de la decisión sobre la Tasa de interés, los mercados financieros estarán atentos a la dirección de la política de la Reserva Federal (FED) y su potencial impacto en la economía. Independientemente del resultado, esta decisión tendrá un impacto importante en la tendencia económica durante un tiempo futuro.
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El 30 de octubre por la madrugada, La Reserva Federal (FED) publicará su esperada decisión sobre la Tasa de interés y su declaración de políticas, seguida de una conferencia de prensa del presidente de la FED, Jerome Powell. El contexto de esta decisión es bastante complejo, y está influenciado principalmente por tres factores: la falta de datos económicos clave debido al cierre del gobierno, el continuo debilitamiento del mercado laboral, y la gradual relajación de las presiones inflacionarias.
En este caso, el mercado espera en general que la Reserva Federal (FED) podría adoptar una política combinada de recortar las tasas de interés en 25 puntos básicos y suspender la reducción del balance. Esta expectativa refleja la incertidumbre y complejidad del entorno económico actual.
La debilidad del mercado laboral se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los responsables de la toma de decisiones. Aunque los datos de empleo no agrícola de septiembre se publicaron con retraso debido al cierre del gobierno, otros indicadores laborales muestran una clara desaceleración en el mercado laboral. Por ejemplo, el informe de empleo ADP de septiembre muestra que se crearon solo 12,000 nuevos empleos, un mínimo reciente. Al mismo tiempo, el número de solicitudes iniciales de subsidios por desempleo ha aumentado a 220,000, mientras que el número de vacantes en el sitio de búsqueda de empleo Indeed ha caído a 8.5 millones, un 25% menos que en el pico.
El informe del libro beige de la Reserva Federal (FED) señala que la demanda de mano de obra en todos los sectores de EE. UU. es generalmente débil, y las empresas están adoptando en general una estrategia de "bajas contrataciones y bajas despidos". Aunque la tasa de desempleo se mantiene en el 4.1%, la proporción de desempleados de larga duración ha alcanzado el 25.7%, y la tasa de participación laboral ha disminuido en 0.4 puntos porcentuales en comparación con el año anterior, estos datos reflejan que la calidad del empleo está empeorando.
Por otro lado, la disminución de la presión inflacionaria proporciona cierto espacio para que la Reserva Federal (FED) reduzca las tasas de interés. El índice de precios al consumidor de septiembre (CPI) aumentó un 0.3% respecto al mes anterior, y el CPI básico aumentó un 0.2% respecto al mes anterior, ambos por debajo de las expectativas del mercado. El aumento de los precios de alimentos, bienes y servicios básicos se ha reducido de manera generalizada, y el impacto de los aranceles sobre la inflación también es relativamente limitado. La tasa de inflación de servicios básicos (excluyendo la vivienda) cayó interanualmente al 3.1%, lo que indica que el nivel actual de tasas de interés ya ha ejercido cierto efecto de contención sobre el aumento de precios.
A pesar de que las expectativas de inflación a corto plazo de los consumidores aumentaron ligeramente del 5.8% en septiembre al 5.9%, las expectativas de inflación a largo plazo se mantienen relativamente estables. En este contexto, la Reserva Federal (FED) enfrentará el desafío de sopesar los pros y los contras al formular políticas monetarias, necesitando encontrar un punto de equilibrio entre estimular el empleo y controlar la inflación.
Con la proximidad de la decisión sobre la Tasa de interés, los mercados financieros estarán atentos a la dirección de la política de la Reserva Federal (FED) y su potencial impacto en la economía. Independientemente del resultado, esta decisión tendrá un impacto importante en la tendencia económica durante un tiempo futuro.