¿A dónde ha ido a parar todo el dinero que se ha acumulado en estas décadas?

Las personas comunes trabajan día y noche, ahorrando y recortando gastos, pero al final terminan con una deuda nacional. Solo en hipotecas, la deuda asciende a 38 billones, y sumando otras deudas diversas, el total llega a 73 billones.

Se supone que si la gente común ha comprado tantas casas, los desarrolladores deberían haber ganado una fortuna, ¿verdad? La realidad es que las empresas de desarrollo también deben más de veinte billones.

Las empresas inmobiliarias dicen que no han ganado dinero, que los costos son demasiado altos: el precio del terreno es muy caro. ¿Ese dinero seguramente ha sido absorbido por los gobiernos locales? Lógicamente parece tener sentido.

¿Se puede pensar detenidamente, es realmente tan simple este cálculo? El dinero circula en cada etapa, ¿dónde se acumula al final, o ni siquiera se acumula?

La deuda es un número tangible, y los activos son también objetos tangibles. Pero durante todos estos años, cómo se ha distribuido la riqueza es, temo, la cuestión que más merece ser reflexionada.