Recientemente, un antiguo caso de fraude piramidal ha generado nuevas controversias. El líder de la pirámide, Qian Zhimin, que fue arrestado en el Reino Unido, tiene más de 60,000 monedas de Bitcoin en su poder, cuyo valor actual supera los 48 mil millones — muy por encima de la cantidad que perdieron las víctimas en su momento.

Surge la pregunta: ¿a quién le corresponde la parte de la apreciación de estas monedas? ¿Pueden las víctimas obtener las ganancias de la apreciación, o solo pueden recuperar el capital de aquel año? El Ministro de Finanzas en el Reino Unido ya ha declarado que planea usar este dinero para tapar el agujero de las finanzas públicas.

Los problemas legales involucrados en este asunto son bastante complejos. Qian Zhimin entró en el Bitcoin en 2012, cuando el precio era bastante barato. Ahora estas monedas han aumentado su valor cientos de veces, y todos están atentos a qué reglas se aplicarán para la distribución. ¿Los víctimas recibirán el capital? ¿Recibirán la plusvalía? ¿O el gobierno británico simplemente se quedará con todo? Se estima que habrá un largo tira y afloja.