Anoche, esta caída hizo que muchos estuvieran pendientes del mercado hasta la madrugada. Bitcoin rompió directamente los 86,000 dólares, y la línea de defensa de 2800 en Ethereum tampoco se mantuvo. ¿De dónde viene esta ráfaga de golpes? La Reserva Federal de EE. UU. de repente cambió de actitud colectivamente.
El presidente de la Reserva Federal de Filadelfia, Powell, abrió fuego: "El recorte de tasas ya está en una zona peligrosa". Sus palabras tienen un doble sentido: el tema de la inflación aún no está completamente controlado, y reducir tasas ahora podría causar un gran problema. Goolsbe, de la Reserva Federal de Chicago, fue aún más duro, y afirmó que en caso necesario votaría en contra. Su razón es muy concreta: anteriormente, la reducción de tasas fue para estabilizar el empleo, pero ahora los precios en el sector servicios siguen subiendo, además, la paralización del gobierno ha provocado una grave falta de datos. ¿Reducir tasas en esta situación? Demasiado riesgo.
Lo que es aún más alarmante es que suena la alarma de estabilidad financiera. El gobernador de la Reserva Federal, Cook, advirtió que los precios de los activos ya están en niveles históricos altos, y una gran caída del mercado es "cuestión de tiempo". El presidente de la Reserva Federal de Cleveland, Harker, fue aún más claro: "El entorno financiero ya es lo suficientemente flexible; seguir inyectando liquidez solo será una trampa para nosotros".
Luego, los datos de empleo de septiembre llegaron con retraso, y al publicarse, dieron en la cara al mercado. La creación de 119,000 nuevos empleos, ¡muy por encima de las 50,000 esperadas! Aunque la tasa de desempleo subió ligeramente al 4.4%, la resistencia del mercado laboral fue mayor de lo esperado. Morgan Stanley, tras ver los datos, cambió rápidamente de opinión: ¿recortar tasas en diciembre? Ni pensarlo, el próximo año también será muy incierto.
La situación ahora está clara: la reunión de la Reserva Federal en diciembre será una verdadera batalla. Los moderados temen un colapso en el empleo, y los hawks temen un rebote de la inflación y riesgos financieros. Datos incompletos, activos elevados y una inflación persistente, tres grandes obstáculos. Si en diciembre no se recortan tasas, quizás se termine el ciclo de recortes de este año, y el ritmo del próximo año también tendrá que desacelerarse.
En los próximos tiempos, las fluctuaciones del mercado seguramente no faltarán. A todos los que tienen posiciones, pónganse el cinturón de seguridad.
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Anoche, esta caída hizo que muchos estuvieran pendientes del mercado hasta la madrugada. Bitcoin rompió directamente los 86,000 dólares, y la línea de defensa de 2800 en Ethereum tampoco se mantuvo. ¿De dónde viene esta ráfaga de golpes? La Reserva Federal de EE. UU. de repente cambió de actitud colectivamente.
El presidente de la Reserva Federal de Filadelfia, Powell, abrió fuego: "El recorte de tasas ya está en una zona peligrosa". Sus palabras tienen un doble sentido: el tema de la inflación aún no está completamente controlado, y reducir tasas ahora podría causar un gran problema. Goolsbe, de la Reserva Federal de Chicago, fue aún más duro, y afirmó que en caso necesario votaría en contra. Su razón es muy concreta: anteriormente, la reducción de tasas fue para estabilizar el empleo, pero ahora los precios en el sector servicios siguen subiendo, además, la paralización del gobierno ha provocado una grave falta de datos. ¿Reducir tasas en esta situación? Demasiado riesgo.
Lo que es aún más alarmante es que suena la alarma de estabilidad financiera. El gobernador de la Reserva Federal, Cook, advirtió que los precios de los activos ya están en niveles históricos altos, y una gran caída del mercado es "cuestión de tiempo". El presidente de la Reserva Federal de Cleveland, Harker, fue aún más claro: "El entorno financiero ya es lo suficientemente flexible; seguir inyectando liquidez solo será una trampa para nosotros".
Luego, los datos de empleo de septiembre llegaron con retraso, y al publicarse, dieron en la cara al mercado. La creación de 119,000 nuevos empleos, ¡muy por encima de las 50,000 esperadas! Aunque la tasa de desempleo subió ligeramente al 4.4%, la resistencia del mercado laboral fue mayor de lo esperado. Morgan Stanley, tras ver los datos, cambió rápidamente de opinión: ¿recortar tasas en diciembre? Ni pensarlo, el próximo año también será muy incierto.
La situación ahora está clara: la reunión de la Reserva Federal en diciembre será una verdadera batalla. Los moderados temen un colapso en el empleo, y los hawks temen un rebote de la inflación y riesgos financieros. Datos incompletos, activos elevados y una inflación persistente, tres grandes obstáculos. Si en diciembre no se recortan tasas, quizás se termine el ciclo de recortes de este año, y el ritmo del próximo año también tendrá que desacelerarse.
En los próximos tiempos, las fluctuaciones del mercado seguramente no faltarán. A todos los que tienen posiciones, pónganse el cinturón de seguridad.