El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, acaba de dar su última opinión sobre las perspectivas de la eurozona. Según él, los riesgos para el crecimiento se encuentran actualmente en una posición equilibrada.

Esto es destacable porque los responsables de los bancos centrales suelen mostrarse cautos al hablar de previsiones económicas. Una valoración "equilibrada" sugiere que no hay ni pesimismo ni exceso de confianza; básicamente, la economía europea no está lanzando señales de peligro, pero tampoco está funcionando a pleno rendimiento.

Para quienes siguen las tendencias macroeconómicas, este tipo de postura por parte de un banco central importante suele indicar que están en modo de espera y observación. No se esperan cambios agresivos en la política monetaria de forma inminente, lo que significa que el entorno monetario actual podría mantenerse estable durante un tiempo. Merece la pena vigilar cómo influye esto en el apetito de riesgo en los mercados en general.