Es interesante cómo operan los bancos centrales tradicionales antes de tomar decisiones sobre los tipos de interés. Resulta que el banco central suizo mantiene conversaciones estructuradas con unas 250 empresas locales como parte de su trabajo de preparación. En realidad, es un enfoque sólido para recopilar datos: obtener información en tiempo real de empresas de distintos sectores antes de tomar una decisión de política monetaria.

Piénsalo: mientras todos estamos pendientes de los anuncios de la Fed y los movimientos del BCE, estas instituciones literalmente consultan a cientos de empresas para evaluar las condiciones económicas a pie de calle. Hace pensar en cuánto de esos datos de sentimiento empresarial acaban influyendo en su postura sobre endurecimiento o relajación monetaria.

Para quienes operan con tendencias macroeconómicas o siguen cómo los flujos de las finanzas tradicionales acaban llegando a los mercados cripto, comprender estos procesos internos es importante. Las políticas de los bancos centrales no surgen de la nada: hay un trabajo real con empresas reales antes de decidir subir, mantener o bajar los tipos. Conviene recordarlo la próxima vez que un cambio importante de política pille a los mercados por sorpresa.