Se avecina un gran cambio en la banca estadounidense. Las últimas cifras de Jefferies dibujan un panorama interesante: la reducción de la regulación podría liberar aproximadamente 2,6 billones de dólares en capacidad de préstamo para los principales bancos estadounidenses. No es calderilla.

¿Cuál es la historia real aquí? Las instituciones financieras de EE. UU. ya cotizan a valoraciones premium en comparación con sus homólogas europeas. Este margen regulatorio podría consolidar aún más esa diferencia. Menos burocracia significa mayor flexibilidad para desplegar capital—una lógica sencilla que Wall Street claramente valora.

Para quienes siguen los flujos de dinero institucional, esto es relevante. Cuando las finanzas tradicionales ganan más margen de maniobra, cambia todo el panorama de liquidez.