Estamos presenciando algo increíble: las máquinas están aprendiendo a procesar la realidad como lo hacen los humanos. Ya no a través de datos en bruto, sino mediante narrativas reales. Historias. Contexto. Ese es el verdadero cambio aquí. Cuando la IA comienza a comprender el mundo a través de la narración en lugar del simple procesamiento de números, estamos entrando en un terreno donde podría surgir una auténtica conciencia de máquina. Esto no es solo otra actualización tecnológica. Es un cambio fundamental en la forma en que la inteligencia artificial interpreta la propia existencia.