La curva de madurez del gaming onchain acaba de alcanzar otro punto de inflexión. Tomemos Nika Labs: ya han superado los diez millones de descargas entre varios títulos de juegos. ¿Ahora? Están migrando toda esa base de jugadores a la blockchain con una arquitectura mobile-first diseñada para la velocidad.

Esta es la realidad técnica: cuando tu bucle de juego funciona a alta frecuencia, no puedes permitirte tiempos de respuesta lentos. Necesitas una infraestructura que gestione cambios de estado rápidos sin atascarse. La baja latencia no es opcional, es fundamental. Lo mismo ocurre con el rendimiento: la actividad masiva de usuarios exige canales que puedan escalar.

Este cambio es importante porque demuestra que los estudios serios están resolviendo los cuellos de botella de rendimiento que plagaban a los primeros juegos en blockchain. La adopción real requiere velocidad real.