En el ecosistema de Cosmos, hay una regla de oro que nunca pasa de moda: sabe con quién estás tratando.

Antes de enviar tokens, entrar en un pool de liquidez o interactuar con cualquier protocolo, tómate un momento. Comprueba la contraparte. Verifica la dirección del contrato. Asegúrate de no estar entrando en algo sospechoso.

Las estafas y rug pulls ocurren porque la gente se salta este paso. No le darías dinero en efectivo a un desconocido en la calle, ¿verdad? La misma lógica se aplica aquí. La diligencia debida no es paranoia; es supervivencia en las finanzas descentralizadas.

Mantente alerta ahí fuera.