A pesar de que la deuda pública de EE. UU. se considera un "activo seguro" gracias a la posición central del dólar y al tamaño del mercado, no se puede subestimar la interconexión de los principales mercados de bonos del mundo. La agitación en los mercados de bonos de Japón, Francia y el Reino Unido este año demuestra que siempre existe un canal de contagio entre los "activos refugio". Si el mercado comienza a dudar de los compromisos de la Reserva Federal (FED) contra la inflación, o si hay una intervención de fuerzas políticas en las decisiones monetarias, la deuda pública de EE. UU. también podría enfrentar una prueba de confianza.
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A pesar de que la deuda pública de EE. UU. se considera un "activo seguro" gracias a la posición central del dólar y al tamaño del mercado, no se puede subestimar la interconexión de los principales mercados de bonos del mundo. La agitación en los mercados de bonos de Japón, Francia y el Reino Unido este año demuestra que siempre existe un canal de contagio entre los "activos refugio". Si el mercado comienza a dudar de los compromisos de la Reserva Federal (FED) contra la inflación, o si hay una intervención de fuerzas políticas en las decisiones monetarias, la deuda pública de EE. UU. también podría enfrentar una prueba de confianza.