El mercado de bonos ha vuelto a establecer un nuevo récord.

En los primeros diez meses de este año, la emisión de bonos corporativos a nivel mundial alcanzó los 5.95 billones de dólares, superando el récord del año pasado de 5.93 billones. Lo más sorprendente es que, en comparación con 2014, todo el mercado ha crecido en 2.5 billones.

¿Por qué el dinero está fluyendo hacia los bonos como loco? La lógica central es muy simple: el diferencial de crédito se ha reducido a niveles cercanos a los mínimos desde 2007, los inversores sienten que el riesgo casi no existe. El resultado es que la demanda sigue aplastando la oferta, los compradores están ansiosos por adquirir, y los emisores naturalmente abren las compuertas para liberar el flujo.

Esta ola de locura de liquidez sigue acelerándose. Para el mercado de criptomonedas, cuanto más laxa sea el dinero de las finanzas tradicionales, más evidente será el efecto de desbordamiento: cuando los rendimientos de los bonos están tan comprimidos, el capital tiene que encontrar una salida.