Los últimos datos de inflación publicados por Tokio han arrojado una bomba de gran impacto en el mercado.

En noviembre, el aumento del IPC central de la capital superó claramente la línea de advertencia del 2% establecida por el Banco de Japón, y el aumento continuo de los precios de los alimentos se convirtió en el principal impulsor; las empresas han sido bastante decididas en esta ronda de traspaso de costos. Con la publicación de estos datos, las expectativas del mercado sobre un aumento de tasas por parte del Banco de Japón en el corto plazo se caldearon de inmediato.

Es importante saber que Japón es una de las pocas economías principales del mundo que aún mantiene una política monetaria ultraexpansiva. Una vez que realmente se inicie un ciclo de aumento de tasas, el impacto en los flujos de capital global podría ser significativo. El yen se fortalecerá, las posiciones de carry trade se cerrarán y los activos de riesgo estarán bajo presión... Estas reacciones en cadena merecen ser observadas de cerca.