Kazajistán acaba de soltar una bomba: su banco central se está preparando para construir una reserva nacional de criptomonedas de $1 mil millones. No es una idea descabellada, sino fondos realmente asignados.

¿De dónde viene el dinero? Activos criptográficos incautados, inversiones en ETF y participaciones en empresas de criptomonedas. Estrategia bastante sencilla, ¿verdad? Pero aquí es donde se pone salvaje: circulan rumores de que el país podría incluso intercambiar algunas de sus reservas de oro por activos digitales.

Oro por cripto. Deja que eso se asiente.

Ya sea cierto o simplemente especulación del mercado, una cosa está clara: los países ya no están solo "observando" el espacio cripto. Están saltando de cabeza con compromisos de miles de millones de dólares.