Muchas personas al mencionar Plasma dicen "ese fallido plan de Capa 2" — pero la verdad es que Plasma nunca fue un fracaso. Es más como ese entrenador que lleva al equipo a la final, aunque no levante el trofeo, ha desarrollado una estrategia ganadora.

¿Recuerdas la corriente principal del mundo cripto de aquellos años? Todos estaban esforzándose por llenar la red principal de Ethereum con transacciones, deseando casi hacer estallar cada bloque. En medio de esta obsesión por "apilar rendimiento en una sola cadena", Plasma propuso una idea disruptiva:

¿Por qué tiene que ser una sola cadena la que soporte todo?

¿Se puede formar un "equipo de cadenas", donde cada subcadena se encargue de lo que mejor sabe hacer, y la cadena principal solo se encargue de ser el árbitro final?

Esta filosofía de diseño suena simple, pero reescribe directamente las reglas del juego de la escalabilidad. Los posteriores soluciones exitosas de Capa 2 —rollups, cadenas laterales— heredan en su esencia este enfoque de Plasma: cooperación en lugar de resistencia en un solo punto. Así que no digas más que Plasma ya no es útil, simplemente le pasó el testigo a los competidores más adecuados para el sprint.