#ETH巨鲸增持 Voy a decir una verdad cruel: en el trading, al final lo que realmente compites no es la inteligencia, sino la capacidad de aguante.

Me he impuesto unas reglas férreas. ¿Pierdo un 5% en una sola operación? Cierro el ordenador de inmediato, y no toco el mercado en las siguientes tres horas. ¿Pierdo un 8% en un día? Me voy directamente a dormir y lo pienso al día siguiente. El stop loss siempre tiene que estar justo por debajo de un soporte clave, y en cuanto el beneficio supera el 5%, muevo el stop al precio de entrada. Todo esto suena poco técnico, pero ejecutarlo siempre es como cortarse un trozo de carne.

Además, reservo un 5% de la posición para apostar a que alguna altcoin se recupera. Pero las condiciones son muy estrictas: los datos on-chain deben mostrar que las ballenas están comprando a lo loco, y además el saldo de ese token en los exchanges debe caer a un mínimo histórico. Si falta cualquiera de las dos condiciones, no hago nada. Si lo pierdo, lo pierdo; total, siempre habrá más oportunidades.

El trabajo diario es tan monótono que desespera: trazar líneas, marcar niveles, poner alertas, seguir el plan. Sin soñar con hacerse rico de la noche a la mañana, como un operario de cadena de montaje repitiendo los mismos movimientos una y otra vez.

Tras 147 días, la cuenta se multiplicó por 15, y la mayor caída no superó el 5%. Fue en ese momento cuando entendí que ganar dinero es, en esencia, un subproducto de la disciplina.

En este mercado, los que sobreviven hasta el final nunca son los más listos, sino los que mejor se controlan a sí mismos. $BTC $ETH $BNB