#数字货币市场洞察 Hace un tiempo cené con un veterano que ya ha alcanzado la libertad financiera.

Dijo algo que me dejó una impresión muy profunda: Si realmente llegas a conocer todo sobre una persona, dejarás de envidiarla de manera ingenua.

La vida de la mayoría de la gente, en realidad, no es tan diferente: por fuera todo parece brillante, pero por detrás está llena de problemas. Cada forma de vivir implica intercambiar unas cosas por otras.

Ves que conduce un coche de lujo de cientos de miles, presume capturas de pantalla de beneficios en las redes sociales. Pero nadie te cuenta: para aprovechar esa oportunidad del mercado, estuvo varios meses seguidos vigilando el gráfico hasta las tres o cuatro de la mañana, sufriendo varias veces de gastritis; su familia se quejaba de que solo tenía ojos para las velas, ni siquiera oía cuando su hijo le llamaba; cada noche, tumbado en la cama, pensaba qué pasaría si se equivocaba en la dirección.

Este veterano es el mejor ejemplo. Entró en el sector a los veintitantos y durante más de diez años apenas ha dormido tranquilo. El móvil encendido las 24 horas, siempre listo para afrontar volatilidad inesperada o resolver todo tipo de problemas.

Su patrimonio ha crecido, sí, y es financieramente libre. Pero él sabe perfectamente que todo eso que despierta envidia se ha conseguido a costa de salud, vida familiar y tiempo personal, poco a poco.

Así que, en realidad, lo que quería decir es:

Crees que deseas “el resultado que otros tienen ahora”, pero en realidad, es muy probable que no soportarías “el precio que han pagado por llegar hasta ahí”.

No te limites a babear por los resultados, primero pregúntate si podrías soportar el proceso. Detrás de cada vida que parece ideal, hay una factura completa que no puedes ver.

Las redes sociales y las entrevistas siempre muestran lo más presentable. Nadie cuenta su ansiedad, insomnio, discusiones o crisis.

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