En el cambiante mundo de las inversiones de 2025, cada número en el calendario es una medalla en mi juego con el mercado. Esos datos de ganancias y pérdidas que fluctúan son, para la mayoría, olas turbulentas, pero para mí, son solo las ondas que se levantan al pasear tranquilamente. El mercado sube y baja, mientras que mi estado de ánimo se mantiene firme, como este profundo cielo nocturno. Después de todo, en el camino hacia la riqueza, ya soy el capitán de mi propio barco, observando las nubes con una sonrisa y avanzando con firmeza.
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