Bitcoin ha caído por debajo de 90,000, y si no se recupera rápidamente, la situación podría volverse cada vez más arriesgada.

Técnicamente hablando, esta ruptura no es una señal alcista. El nivel de 88,500 está cargado de posiciones atrapadas: un fuerte grupo de compradores estancados en ese rango. En teoría, esto lo convierte en una zona de soporte fuerte, y por ahora, esta "segunda línea de defensa" se está manteniendo razonablemente bien.

Pero aquí está la verdadera preocupación: ¿qué pasa si 88,500 no se mantiene?
Ahí es donde las cosas se ponen serias. Un quiebre por debajo de este nivel podría desencadenar una ola de pánico, iniciando un efecto dominó que empuja el precio directamente hacia la región de 75,000. En ese momento, deja de ser una simple corrección.

Todos los ojos están puestos en si este soporte puede resistir la presión. El mayor miedo del mercado es una cascada de quiebras: cuando un nivel falla, y todo comienza a caer en secuencia.
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