#比特币行情观察 Liderazgo de Bitcoin en las caídas ante expectativas de recorte de tipos: ¿se acerca un mercado bajista o es solo una volatilidad temporal?
El 5 de diciembre de 2025, tras la publicación de los datos de inflación en EE. UU., el mercado reforzó notablemente sus expectativas de recortes de tipos por parte de la Reserva Federal. El S&P 500 subió un 0,3% y el oro marcó un nuevo máximo mensual. Sin embargo, el mercado de criptomonedas mostró un comportamiento anómalo: Bitcoin cayó por debajo de los 89.000 dólares durante la sesión, acumulando una bajada superior al 30% desde el pico de octubre y provocando la evaporación de billones en capitalización del mercado cripto. Este fenómeno de “caída ante buenas noticias de recorte de tipos” ha llevado al mercado a preguntarse: ¿cuál es la lógica detrás de la caída liderada por Bitcoin? ¿Se avecina realmente un mercado bajista?
La caída de Bitcoin bajo la expectativa de recortes de tipos es esencialmente la resonancia entre el colapso de la “ilusión de liquidez” y el deterioro de la estructura del mercado. La correlación negativa entre Bitcoin y la política de la Reserva Federal está más que demostrada: durante el ciclo de subidas de tipos en 2022, la correlación alcanzó el -90%. Pero esta relación depende de la claridad de las señales políticas. Aunque los datos de inflación del 5 de diciembre apoyaron los recortes, las declaraciones de tono agresivo del presidente de la Fed, Jerome Powell, sobre mantener los tipos altos durante más tiempo hicieron que el mercado se diera cuenta de que el ciclo de recortes podría retrasarse y ser menos intenso de lo esperado. Las subidas previas de Bitcoin ya habían descontado toda la expectativa anual de recortes, y cuando se corrigieron las previsiones “dovish”, junto a un apalancamiento histórico del 18%, las liquidaciones en largo desencadenaron ventas en cadena, amplificando la caída con más de 600 millones de dólares en posiciones largas liquidadas en un solo día. Más importante aún, la retirada inversa de capital institucional rompió el equilibrio del mercado: los ETF de Bitcoin al contado en EE. UU. acumulan cinco semanas consecutivas de salidas netas, con el iBIT de BlackRock reembolsando 420 millones de dólares en una semana, invirtiendo por completo el flujo de entrada visto a principios de año.
La actual caída de las criptomonedas es una corrección, no un mercado bajista: tres factores clave indican que el ciclo aún no ha tocado su punto de inflexión. En cuanto a valoración, la ratio MVRV de Bitcoin ha caído a 1,76, en mínimos desde 2023; históricamente, una ratio por debajo de 2 suele ir seguida de rebotes. El porcentaje de oferta en ganancias muestra que cerca del 40% de los tokens están en pérdidas, algo que coincide con los patrones de suelos temporales de 2018 y 2020. Desde el punto de vista estructural, el volumen vendido por los holders a largo plazo ha caído un 32% interanual, y algunas “ballenas” han comenzado a acumular entre 92.000 y 95.000 dólares, según datos on-chain, lo que indica que los “cimientos” del mercado aún no se han retirado por completo. En cuanto a la naturaleza del activo, esta caída es más bien un ajuste sincronizado de activos de riesgo: la correlación entre Bitcoin y el Nasdaq ha subido al 46%; su descenso responde a la corrección de valoraciones en tecnológicas y al aumento de riesgos macro como la escalada de tensiones comerciales, no a señales de un mercado bajista autónomo en cripto.
El cambio de tendencia requerirá señales claras en tres datos clave, con los indicadores de política y flujo de capital como referencia principal. Lo primero es la decisión de la Fed en la reunión de diciembre: si se anuncia el inicio del ciclo de recortes o se lanza un mensaje de “recorte anticipado”, la mayor liquidez del dólar corregirá directamente las valoraciones en cripto. Históricamente, tras una señal de recorte de la Fed, Bitcoin rebota una media del 15%-20% en 1-3 meses. En segundo lugar, hay que vigilar los flujos de los ETF de Bitcoin al contado en EE. UU.: si se produce una entrada neta semanal de más de 500 millones de dólares, significará el regreso de la confianza institucional y un aporte de liquidez adicional al mercado. Por último, los datos de inflación subyacente y empleo: si el PCE núcleo de diciembre cae por debajo del 2,5% y el crecimiento del empleo no agrícola se desacelera, se consolidará la lógica de recortes y se reducirá el riesgo de “vaivenes políticos”, proporcionando un entorno macro estable para los criptoactivos.
La caída de Bitcoin bajo la expectativa de recortes de tipos es una reacción temporal de ajuste de expectativas y desapalancamiento, no el inicio de un mercado bajista. El mercado cripto ha pasado de estar dominado por minoristas a una profunda participación institucional, y su comportamiento ya no depende únicamente de las previsiones de liquidez, sino también de avances regulatorios, aplicaciones tecnológicas y otros factores. Para los inversores, más que obsesionarse con si “viene un mercado bajista”, conviene centrarse en las señales clave de los datos: Cuando confluyan las tres señales de giro —política de la Fed clara, retorno de capital institucional y valoración en mínimos históricos—, el mercado ofrecerá una oportunidad de reversión con alto grado de certeza. Hasta entonces, la volatilidad a corto plazo es el proceso necesario para eliminar burbujas y volver a la lógica de valor. Esperando la reversión.
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#比特币行情观察 Liderazgo de Bitcoin en las caídas ante expectativas de recorte de tipos: ¿se acerca un mercado bajista o es solo una volatilidad temporal?
El 5 de diciembre de 2025, tras la publicación de los datos de inflación en EE. UU., el mercado reforzó notablemente sus expectativas de recortes de tipos por parte de la Reserva Federal. El S&P 500 subió un 0,3% y el oro marcó un nuevo máximo mensual. Sin embargo, el mercado de criptomonedas mostró un comportamiento anómalo: Bitcoin cayó por debajo de los 89.000 dólares durante la sesión, acumulando una bajada superior al 30% desde el pico de octubre y provocando la evaporación de billones en capitalización del mercado cripto. Este fenómeno de “caída ante buenas noticias de recorte de tipos” ha llevado al mercado a preguntarse: ¿cuál es la lógica detrás de la caída liderada por Bitcoin? ¿Se avecina realmente un mercado bajista?
La caída de Bitcoin bajo la expectativa de recortes de tipos es esencialmente la resonancia entre el colapso de la “ilusión de liquidez” y el deterioro de la estructura del mercado. La correlación negativa entre Bitcoin y la política de la Reserva Federal está más que demostrada: durante el ciclo de subidas de tipos en 2022, la correlación alcanzó el -90%. Pero esta relación depende de la claridad de las señales políticas. Aunque los datos de inflación del 5 de diciembre apoyaron los recortes, las declaraciones de tono agresivo del presidente de la Fed, Jerome Powell, sobre mantener los tipos altos durante más tiempo hicieron que el mercado se diera cuenta de que el ciclo de recortes podría retrasarse y ser menos intenso de lo esperado.
Las subidas previas de Bitcoin ya habían descontado toda la expectativa anual de recortes, y cuando se corrigieron las previsiones “dovish”, junto a un apalancamiento histórico del 18%, las liquidaciones en largo desencadenaron ventas en cadena, amplificando la caída con más de 600 millones de dólares en posiciones largas liquidadas en un solo día.
Más importante aún, la retirada inversa de capital institucional rompió el equilibrio del mercado: los ETF de Bitcoin al contado en EE. UU. acumulan cinco semanas consecutivas de salidas netas, con el iBIT de BlackRock reembolsando 420 millones de dólares en una semana, invirtiendo por completo el flujo de entrada visto a principios de año.
La actual caída de las criptomonedas es una corrección, no un mercado bajista: tres factores clave indican que el ciclo aún no ha tocado su punto de inflexión.
En cuanto a valoración, la ratio MVRV de Bitcoin ha caído a 1,76, en mínimos desde 2023; históricamente, una ratio por debajo de 2 suele ir seguida de rebotes. El porcentaje de oferta en ganancias muestra que cerca del 40% de los tokens están en pérdidas, algo que coincide con los patrones de suelos temporales de 2018 y 2020.
Desde el punto de vista estructural, el volumen vendido por los holders a largo plazo ha caído un 32% interanual, y algunas “ballenas” han comenzado a acumular entre 92.000 y 95.000 dólares, según datos on-chain, lo que indica que los “cimientos” del mercado aún no se han retirado por completo.
En cuanto a la naturaleza del activo, esta caída es más bien un ajuste sincronizado de activos de riesgo: la correlación entre Bitcoin y el Nasdaq ha subido al 46%; su descenso responde a la corrección de valoraciones en tecnológicas y al aumento de riesgos macro como la escalada de tensiones comerciales, no a señales de un mercado bajista autónomo en cripto.
El cambio de tendencia requerirá señales claras en tres datos clave, con los indicadores de política y flujo de capital como referencia principal.
Lo primero es la decisión de la Fed en la reunión de diciembre: si se anuncia el inicio del ciclo de recortes o se lanza un mensaje de “recorte anticipado”, la mayor liquidez del dólar corregirá directamente las valoraciones en cripto. Históricamente, tras una señal de recorte de la Fed, Bitcoin rebota una media del 15%-20% en 1-3 meses.
En segundo lugar, hay que vigilar los flujos de los ETF de Bitcoin al contado en EE. UU.: si se produce una entrada neta semanal de más de 500 millones de dólares, significará el regreso de la confianza institucional y un aporte de liquidez adicional al mercado.
Por último, los datos de inflación subyacente y empleo: si el PCE núcleo de diciembre cae por debajo del 2,5% y el crecimiento del empleo no agrícola se desacelera, se consolidará la lógica de recortes y se reducirá el riesgo de “vaivenes políticos”, proporcionando un entorno macro estable para los criptoactivos.
La caída de Bitcoin bajo la expectativa de recortes de tipos es una reacción temporal de ajuste de expectativas y desapalancamiento, no el inicio de un mercado bajista. El mercado cripto ha pasado de estar dominado por minoristas a una profunda participación institucional, y su comportamiento ya no depende únicamente de las previsiones de liquidez, sino también de avances regulatorios, aplicaciones tecnológicas y otros factores. Para los inversores, más que obsesionarse con si “viene un mercado bajista”, conviene centrarse en las señales clave de los datos:
Cuando confluyan las tres señales de giro —política de la Fed clara, retorno de capital institucional y valoración en mínimos históricos—, el mercado ofrecerá una oportunidad de reversión con alto grado de certeza. Hasta entonces, la volatilidad a corto plazo es el proceso necesario para eliminar burbujas y volver a la lógica de valor. Esperando la reversión.