Un estudiante universitario en quien más confiaba logró ganar 60.000 al mes en el mundo cripto partiendo de un capital de 200 dólares, e incluso llegó a alcanzar un máximo de 150.000. Sin embargo, una apuesta impulsiva y descontrolada le hizo perder 35.000, destruyendo por completo el ritmo estable que llevaba. Con el ánimo destrozado, regresó a la cadena, pero en medio de la prisa, el caos y la frustración, oscilaba una y otra vez sin poder mantener ninguno de los proyectos rentables que encontraba, agotando en tan solo unos meses todo el conocimiento, estado y planificación que había acumulado en un año. Como espectador, quiero recordarle a cada lector: ganar dinero depende de tu sistema, perder dinero depende de tus emociones; un solo impulso puede realmente devolverte al punto de partida.