Introducción: La Reserva Federal (FED) se encuentra en una encrucijada
El 22 de octubre de 2025, los mercados financieros globales están conteniendo la respiración ante un suspenso: el mandato del presidente de la Junta de la Reserva Federal de EE. UU. (en adelante, “La Reserva Federal (FED)”) Jerome Powell finalizará el 15 de mayo de 2026. Esto no solo es un punto de cambio en el personal, sino también una prueba clave de la dirección de la política monetaria de EE. UU., la estabilidad económica global y la independencia de la Reserva Federal. En el contexto del fuerte regreso del gobierno de Trump, la elección del sucesor, el ajuste de la trayectoria de las tasas de interés, y si la Reserva Federal podrá seguir resistiendo la presión política, se han convertido en el foco de discusión entre el mercado, académicos e inversores comunes. Como comenta un operador en la plataforma X: “Los nuevos nominados de Trump a la Reserva Federal ya han votado a favor de una reducción de 50 puntos básicos… haz tus propios cálculos, se avecina un ciclo prolongado.” Esta frase ha encendido las expectativas y preocupaciones del mercado sobre un cambio radical en la política monetaria tras el final de la “era Powell”.
I. Era Powell: el difícil equilibrio entre la lucha contra la inflación y un aterrizaje suave
Jerome Powell ha experimentado las drásticas fluctuaciones de la economía estadounidense desde que fue nombrado presidente de La Reserva Federal (FED) por Trump en 2018. Desde el parón económico provocado por la pandemia de COVID-19, hasta el aumento de la inflación en 2021-2022, y luego el enfriamiento gradual de 2023-2025, La Reserva Federal (FED) bajo su liderazgo ha demostrado flexibilidad y determinación. Su estrategia central se puede resumir en “impulsada por datos”: contener la inflación a través de aumentos de tasas de interés, y luego bajar las tasas con cautela para proteger el mercado laboral, al mismo tiempo que se evita en lo posible un aterrizaje duro de la economía.
1.1 El legado de la lucha contra la inflación
En 2022, frente a la tasa de inflación más alta en 40 años (el IPC llegó a acercarse al 9%), la Reserva Federal (FED) inició un agresivo ciclo de aumentos de tasas, elevando rápidamente la tasa de fondos federales desde niveles cercanos a cero hasta el 5.25%-5.50% a principios de 2023. Esta medida logró reducir la tasa de inflación PCE subyacente del 5.2% en 2022 al 2.9% en agosto de 2025, acercándose al objetivo del 2% de la Reserva Federal (FED). Powell ha enfatizado en múltiples discursos públicos que la doble misión de la Reserva Federal (FED) —estabilidad de precios y maximización del empleo— es el pilar central de la formulación de políticas.
Sin embargo, este proceso no está exento de costos. El aumento de las tasas de interés ha provocado un enfriamiento en el mercado inmobiliario, un aumento en la tasa de incumplimiento de los préstamos de bienes raíces comerciales (CRE) y una mayor presión en el sistema bancario. Por ejemplo, los datos de empleo revisados de 2024 indican que la economía de EE. UU. ha sobrestimado el empleo creado en los últimos dos años en aproximadamente 1 millón, lo que muestra señales de debilidad en el mercado laboral. Powell admitió en su discurso de octubre de 2025: “Los riesgos que enfrentamos no han desaparecido por completo, y la presión a la baja en el mercado laboral está superando la rigidez de la inflación.”
1.2 Inicio cauteloso de la reducción de tasas
En septiembre de 2025, La Reserva Federal (FED) inició un ciclo de recortes de tasas, reduciendo por primera vez la tasa en 25 puntos básicos hasta un 4.50%-4.75%, y planea reducirla aún más en 25 puntos básicos en la reunión del 28-29 de octubre, con un rango objetivo de 3.75%-4.00%. Este camino refleja la persistente búsqueda de Powell por un “aterrizaje suave”: aliviar la presión en el mercado laboral y prevenir un resurgimiento de la inflación debido a fluctuaciones geopolíticas o de precios de la energía. Sin embargo, el cierre del gobierno que comenzó el 1 de octubre ha llevado a la interrupción de la publicación de datos clave (como el empleo no agrícola y el IPC), lo que hace que las decisiones de la Reserva Federal (FED) sean como “avanzar a ciegas”.
1.3 La declaración de independencia de Powell
En el contexto de una creciente presión política, Powell ha enfatizado constantemente la independencia de la Reserva Federal (FED). En septiembre de 2025, declaró claramente: “Los factores políticos no están en nuestro rango de consideración. Establecemos políticas basadas en datos y en las perspectivas económicas.” Esta postura es una respuesta directa a las críticas públicas del gobierno de Trump. Trump ha criticado en varias ocasiones a Powell por mantener las tasas de interés en un nivel “demasiado alto”, llamándolo “idiota” y sugiriendo que impulsará la llegada de un presidente de la Reserva Federal (FED) más “obediente”.
Sin embargo, el mandato de Powell como presidente de La Reserva Federal (FED) queda con menos de 8 meses, mientras que su mandato como miembro del consejo se extenderá hasta enero de 2028. Esto significa que, incluso si ya no ocupa el cargo de presidente, aún podría influir en la política en calidad de miembro del consejo. Sin embargo, el equipo de Trump claramente no está satisfecho con este arreglo, y la elección de su sucesor se convierte en un elemento clave para que reconfiguren La Reserva Federal (FED).
Dos, la lucha por el sucesor: el plan de “transformación de la Reserva Federal (FED)” de Trump
Con la cuenta atrás del mandato de Powell, el gobierno de Trump está acelerando su estrategia, tratando de llevar la dirección de la política de La Reserva Federal (FED) hacia una senda más alineada con su agenda económica mediante el nombramiento de un nuevo presidente y directores. El equipo de selección liderado por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha filtrado a aproximadamente 5 candidatos favoritos de un grupo de 11, y planea presentar de 3 a 4 nombres finales a Trump después del Día de Acción de Gracias; el proceso de nominación podría comenzar en enero de 2026. A continuación, se presenta un análisis de los principales candidatos:
2.1 Candidatos populares y sus tendencias políticas
2.2 La lógica de la “transformación de la Reserva Federal (FED)” de Trump
La estrategia de sucesión del gobierno de Trump es claramente visible: a través de la nominación de candidatos leales a su visión económica, gradualmente transformar la Reserva Federal en una herramienta que apoye la política de “América Primero”. Los antecedentes de Hassett y Milan son especialmente destacados, ya que su estrecha conexión con la Casa Blanca y su inclinación hacia políticas de flexibilización son altamente coherentes con la demanda de Trump de reducir las tasas de interés y estimular la economía. El sentimiento del mercado en la plataforma X refleja esta expectativa, un usuario expresó claramente: “El voto de 50 puntos básicos a favor de la reducción de tasas del nuevo consejero Milan es solo el comienzo. Trump quiere una 'Reserva Federal MAGA'.”
Sin embargo, esta estrategia no está exenta de resistencia. El marco legal de La Reserva Federal (FED) le otorga una alta independencia, y la designación del presidente y de los miembros del consejo requiere la confirmación del Senado. El intento del equipo de Trump de impugnar la legitimidad de los actuales miembros del consejo (como Lisa Cook) a través de los tribunales fue desestimado por un tribunal de menor instancia, y la Corte Suprema revisará este caso en enero de 2026. Además, las preocupaciones del mercado sobre una política de flexibilización demasiado agresiva que podría llevar a un descontrol de la inflación están en aumento, especialmente en el contexto del plan de Trump de implementar altos aranceles (que se espera que aumenten el IPC en un 0.5-1%).
2.3 La reacción del mercado y la academia
El optimismo del mercado de predicciones (como Kalshi) sobre Hassert (probabilidad del 48%) refleja la expectativa de los inversores sobre el aumento de la influencia de Trump, pero la imagen sólida de Waller y Bowman también ha ganado el apoyo de algunos inversores institucionales. Los economistas temen que una Reserva Federal (FED) demasiado “politizada” pueda debilitar su credibilidad, lo que llevaría a una depreciación del dólar y un riesgo de burbuja de activos. En la plataforma X, un analista comentó: “Fin de la contracción cuantitativa (QT) + recortes de tasas significativos = ola de liquidez. Es un festín para Bitcoin, pero una pesadilla para los ahorradores.”
Tres, la niebla de la trayectoria de las tasas de interés: de recortes cautelosos a una posible ola de flexibilización
La política monetaria de la Reserva Federal (FED) se encuentra en un punto de inflexión clave. El ciclo de reducción de tasas para 2025 ya ha comenzado, pero la incertidumbre sobre el camino futuro se ha intensificado debido al cierre del gobierno, el impacto de los aranceles y las inclinaciones de los sucesores. A continuación se presenta un análisis sobre la trayectoria de las tasas de interés:
3.1 Línea base actual: reducción gradual de tasas
Según la última encuesta de Reuters, se espera que el mercado prevea dos recortes de 25 puntos básicos en 2025, y que la tasa de fondos federales se reduzca a aproximadamente 3.25% a finales de 2026, cerca del nivel de tasa neutral. Powell, en su reciente discurso, indicó que la política actual sigue siendo restrictiva (la tasa de interés real es superior a la tasa neutral), pero el riesgo a la baja en el mercado laboral ha llevado a la Reserva Federal a acelerar el ritmo de flexibilización. Se prevé que la reunión del 28-29 de octubre recorte nuevamente 25 puntos básicos, y que en diciembre se realice otro recorte de 25 puntos básicos, sumando un total de 50 puntos básicos de recorte en 2025.
Sin embargo, el cierre del gobierno ha llevado a la falta de datos clave, lo que hace que la toma de decisiones esté llena de incertidumbre. Por ejemplo, los datos del IPC de septiembre se publicarán el 24 de octubre, pero el informe de empleo no agrícola ha sido retrasado, obligando a La Reserva Federal (FED) a depender más de las señales del mercado y de datos no oficiales. Powell admitió: “No tenemos un camino sin riesgos, debemos encontrar un equilibrio entre el empleo y la inflación.”
3.2 Presión dovish: ¿hacia una ola de flexibilización?
El nuevo director designado por Trump, Stephen Moore, apoyó una reducción de 50 puntos básicos en la reunión de septiembre, abogando por una reducción acumulada de 125 puntos básicos para finales de 2025, llevando las tasas de interés a un nivel ultra bajo de 2.75%-3.00%. Esta postura agresiva está en línea con la demanda de Trump de tasas de interés bajas y podría allanar el camino para enfrentar el impacto de los aranceles y estimular el crecimiento económico. Los comerciantes en la plataforma X están muy emocionados, diciendo que “después de Powell, La Reserva Federal (FED) iniciará el modo QE, y la liquidez inundará el mercado”.
El final de la contracción cuantitativa (QT) también se ha convertido en un tema de discusión. Powell insinuó que las reservas del sistema bancario son “excesivas”, pero la liquidez está “gradualmente restringiéndose”. El mercado interpreta que la Reserva Federal (FED) podría detener QT a principios de 2026, e incluso reiniciar la expansión cuantitativa (QE), para enfrentar las fluctuaciones económicas provocadas por los aranceles. Esta expectativa ha elevado los precios de activos duros como el oro y el bitcoin, al tiempo que ha generado preocupaciones sobre la devaluación del dólar.
3.3 Riesgos y desafíos
La reducción agresiva de tasas no está exenta de costos. La política arancelaria propuesta por Trump (aumentar los aranceles a los productos importados en un 10-20%) podría aumentar la inflación, contrarrestando el efecto estimulante de la reducción de tasas. Los precios de la energía fluctúan debido a tensiones geopolíticas (como la situación en el Medio Oriente), lo que también plantea riesgos para un repunte inflacionario. Los halcones dentro de la Reserva Federal (como Waller) abogan por una reducción de tasas cautelosa, advirtiendo que un aflojamiento demasiado rápido podría llevar a burbujas de activos y a una debilidad del dólar. Además, el aumento en la tasa de incumplimiento de préstamos en bienes raíces comerciales y los riesgos potenciales en el sistema bancario también exigen que la Reserva Federal mantenga la vigilancia regulatoria mientras afloja la política.
Cuarta, la prueba de independencia: La batalla del alma de la Reserva Federal (FED)
La independencia de la Reserva Federal (FED) es la piedra angular de su historia centenaria, pero la fuerte intervención del gobierno de Trump está poniendo a prueba su capacidad como nunca antes. Los últimos meses del mandato de Powell serán la prueba de fuego para determinar si la Reserva Federal (FED) puede mantener su autonomía en la política.
4.1 La lucha entre la ley y la política
La Reserva Federal (FED) de la marco legal establece claramente que la designación y destitución del presidente y los directores deben ser aprobadas por el Senado, y no se pueden reemplazar arbitrariamente debido a diferencias de política. El equipo de Trump intentó impugnar la legitimidad de los directores actuales a través de los tribunales (como el caso de Lisa Cook), pero los tribunales inferiores ya han desestimado las demandas relacionadas, y la decisión del Tribunal Supremo (enero de 2026) será un punto clave. Powell también ha dejado claro que, incluso si deja de ser presidente, continuará desempeñando su función como director hasta 2028, lo que reserva un cierto grado de continuidad de políticas dentro de la Reserva Federal (FED).
4.2 La influencia a largo plazo de Trump
Incluso si Trump no puede reemplazar directamente a Powell, su estrategia de “transformar” la Reserva Federal (FED) a través de los nuevos presidentes y directores podría ser más profunda. La llegada de candidatos como Hassett y Milan podría cambiar el enfoque de la política de la Reserva Federal (FED) de una doble misión a un enfoque más centrado en el crecimiento. Este cambio podría impulsar temporalmente el mercado de valores y las criptomonedas, pero los riesgos a largo plazo incluyen la pérdida de control de la inflación, la depreciación del dólar y la inestabilidad de los flujos de capital internacionales.
4.3 Perspectiva global: el papel de La Reserva Federal (FED)
La política de la Reserva Federal (FED) no solo afecta a la economía de Estados Unidos, sino que también tiene un profundo impacto en los mercados globales. En 2025, la economía global enfrenta múltiples desafíos: el crecimiento en la zona euro es débil, el mercado inmobiliario en China sigue en una caída continua, y la presión de deuda en los mercados emergentes está en aumento. La reducción de tasas de interés y el potencial de QE por parte de la Reserva Federal (FED) podrían proporcionar un respiro en la liquidez global, pero si las políticas son demasiado expansivas, podrían desencadenar devaluaciones de las monedas en los mercados emergentes y la fuga de capitales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió recientemente que si se ve afectada la independencia de la Reserva Federal (FED), podría debilitar la confianza global en el sistema del dólar.
Cinco, Conclusión: el suspenso persiste, la disputa continúa
La incertidumbre sobre el final del mandato de Powell no solo se refiere a un cambio de personal, sino que también es una lucha sobre la dirección futura de la Reserva Federal (FED). La elección de su sucesor determinará si la política monetaria continuará con el enfoque cauteloso y equilibrado de Powell, o si se orientará hacia el agresivo aflojamiento que espera Trump. La niebla sobre la trayectoria de las tasas de interés, el impacto potencial de los aranceles y la prueba de la independencia de la Reserva Federal (FED) conforman el núcleo de este juego de alto riesgo.
El mercado ya ha dividido sus expectativas para 2025-2026: los optimistas anhelan un auge de activos bajo una ola de liquidez, mientras que los pesimistas temen un rebote de la inflación y una crisis del dólar. La intensa discusión en la plataforma X refleja esta división: “Después de Powell, la Reserva Federal (FED) será o un motor de crecimiento o encenderá una bomba de inflación.” Para los inversores, activos duros como el oro y el bitcoin pueden ser opciones para cubrir la incertidumbre; para el público en general, la fluctuación del costo de vida será una prueba más directa.
En los próximos meses, los datos del IPC de septiembre (publicados el 24 de octubre), los resultados de la reunión del FOMC de octubre y el progreso de la nominación del equipo de Trump proporcionarán más pistas sobre este juego. Independientemente del resultado, la lucha por el alma de la Reserva Federal (FED) ha comenzado, y su desenlace moldeará profundamente el futuro de la economía de Estados Unidos y del mundo.
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¿El fin de la prohibición en China? 14% de la potencia computacional de minería de Bitcoin opera "en la clandestinidad", lo que agrava el riesgo de ataque del 51%. China fue indiscutiblemente el centro de minería de Bitcoin, pero la situación cambió después de que el gobierno prohibiera la minería en 2021. Sin embargo, según el mapa global de hashrate actualizado por Luxor en el cuarto trimestre de 2025, China actualmente representa el 14.05% de la potencia total de Bitcoin, aproximadamente 145 EH/s, lo que representa un ligero aumento respecto al 13.8% del tercer trimestre, posicionándose como el tercer mayor contribuyente a nivel mundial, solo detrás de Estados Unidos y Rusia. La minería de Bitcoin en China resucita de la prohibición a la clandestinidad.
¿Quién sucederá a Powell?
Introducción: La Reserva Federal (FED) se encuentra en una encrucijada
El 22 de octubre de 2025, los mercados financieros globales están conteniendo la respiración ante un suspenso: el mandato del presidente de la Junta de la Reserva Federal de EE. UU. (en adelante, “La Reserva Federal (FED)”) Jerome Powell finalizará el 15 de mayo de 2026. Esto no solo es un punto de cambio en el personal, sino también una prueba clave de la dirección de la política monetaria de EE. UU., la estabilidad económica global y la independencia de la Reserva Federal. En el contexto del fuerte regreso del gobierno de Trump, la elección del sucesor, el ajuste de la trayectoria de las tasas de interés, y si la Reserva Federal podrá seguir resistiendo la presión política, se han convertido en el foco de discusión entre el mercado, académicos e inversores comunes. Como comenta un operador en la plataforma X: “Los nuevos nominados de Trump a la Reserva Federal ya han votado a favor de una reducción de 50 puntos básicos… haz tus propios cálculos, se avecina un ciclo prolongado.” Esta frase ha encendido las expectativas y preocupaciones del mercado sobre un cambio radical en la política monetaria tras el final de la “era Powell”.
I. Era Powell: el difícil equilibrio entre la lucha contra la inflación y un aterrizaje suave
Jerome Powell ha experimentado las drásticas fluctuaciones de la economía estadounidense desde que fue nombrado presidente de La Reserva Federal (FED) por Trump en 2018. Desde el parón económico provocado por la pandemia de COVID-19, hasta el aumento de la inflación en 2021-2022, y luego el enfriamiento gradual de 2023-2025, La Reserva Federal (FED) bajo su liderazgo ha demostrado flexibilidad y determinación. Su estrategia central se puede resumir en “impulsada por datos”: contener la inflación a través de aumentos de tasas de interés, y luego bajar las tasas con cautela para proteger el mercado laboral, al mismo tiempo que se evita en lo posible un aterrizaje duro de la economía.
1.1 El legado de la lucha contra la inflación
En 2022, frente a la tasa de inflación más alta en 40 años (el IPC llegó a acercarse al 9%), la Reserva Federal (FED) inició un agresivo ciclo de aumentos de tasas, elevando rápidamente la tasa de fondos federales desde niveles cercanos a cero hasta el 5.25%-5.50% a principios de 2023. Esta medida logró reducir la tasa de inflación PCE subyacente del 5.2% en 2022 al 2.9% en agosto de 2025, acercándose al objetivo del 2% de la Reserva Federal (FED). Powell ha enfatizado en múltiples discursos públicos que la doble misión de la Reserva Federal (FED) —estabilidad de precios y maximización del empleo— es el pilar central de la formulación de políticas.
Sin embargo, este proceso no está exento de costos. El aumento de las tasas de interés ha provocado un enfriamiento en el mercado inmobiliario, un aumento en la tasa de incumplimiento de los préstamos de bienes raíces comerciales (CRE) y una mayor presión en el sistema bancario. Por ejemplo, los datos de empleo revisados de 2024 indican que la economía de EE. UU. ha sobrestimado el empleo creado en los últimos dos años en aproximadamente 1 millón, lo que muestra señales de debilidad en el mercado laboral. Powell admitió en su discurso de octubre de 2025: “Los riesgos que enfrentamos no han desaparecido por completo, y la presión a la baja en el mercado laboral está superando la rigidez de la inflación.”
1.2 Inicio cauteloso de la reducción de tasas
En septiembre de 2025, La Reserva Federal (FED) inició un ciclo de recortes de tasas, reduciendo por primera vez la tasa en 25 puntos básicos hasta un 4.50%-4.75%, y planea reducirla aún más en 25 puntos básicos en la reunión del 28-29 de octubre, con un rango objetivo de 3.75%-4.00%. Este camino refleja la persistente búsqueda de Powell por un “aterrizaje suave”: aliviar la presión en el mercado laboral y prevenir un resurgimiento de la inflación debido a fluctuaciones geopolíticas o de precios de la energía. Sin embargo, el cierre del gobierno que comenzó el 1 de octubre ha llevado a la interrupción de la publicación de datos clave (como el empleo no agrícola y el IPC), lo que hace que las decisiones de la Reserva Federal (FED) sean como “avanzar a ciegas”.
1.3 La declaración de independencia de Powell
En el contexto de una creciente presión política, Powell ha enfatizado constantemente la independencia de la Reserva Federal (FED). En septiembre de 2025, declaró claramente: “Los factores políticos no están en nuestro rango de consideración. Establecemos políticas basadas en datos y en las perspectivas económicas.” Esta postura es una respuesta directa a las críticas públicas del gobierno de Trump. Trump ha criticado en varias ocasiones a Powell por mantener las tasas de interés en un nivel “demasiado alto”, llamándolo “idiota” y sugiriendo que impulsará la llegada de un presidente de la Reserva Federal (FED) más “obediente”.
Sin embargo, el mandato de Powell como presidente de La Reserva Federal (FED) queda con menos de 8 meses, mientras que su mandato como miembro del consejo se extenderá hasta enero de 2028. Esto significa que, incluso si ya no ocupa el cargo de presidente, aún podría influir en la política en calidad de miembro del consejo. Sin embargo, el equipo de Trump claramente no está satisfecho con este arreglo, y la elección de su sucesor se convierte en un elemento clave para que reconfiguren La Reserva Federal (FED).
Dos, la lucha por el sucesor: el plan de “transformación de la Reserva Federal (FED)” de Trump
Con la cuenta atrás del mandato de Powell, el gobierno de Trump está acelerando su estrategia, tratando de llevar la dirección de la política de La Reserva Federal (FED) hacia una senda más alineada con su agenda económica mediante el nombramiento de un nuevo presidente y directores. El equipo de selección liderado por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha filtrado a aproximadamente 5 candidatos favoritos de un grupo de 11, y planea presentar de 3 a 4 nombres finales a Trump después del Día de Acción de Gracias; el proceso de nominación podría comenzar en enero de 2026. A continuación, se presenta un análisis de los principales candidatos:
2.1 Candidatos populares y sus tendencias políticas
2.2 La lógica de la “transformación de la Reserva Federal (FED)” de Trump
La estrategia de sucesión del gobierno de Trump es claramente visible: a través de la nominación de candidatos leales a su visión económica, gradualmente transformar la Reserva Federal en una herramienta que apoye la política de “América Primero”. Los antecedentes de Hassett y Milan son especialmente destacados, ya que su estrecha conexión con la Casa Blanca y su inclinación hacia políticas de flexibilización son altamente coherentes con la demanda de Trump de reducir las tasas de interés y estimular la economía. El sentimiento del mercado en la plataforma X refleja esta expectativa, un usuario expresó claramente: “El voto de 50 puntos básicos a favor de la reducción de tasas del nuevo consejero Milan es solo el comienzo. Trump quiere una 'Reserva Federal MAGA'.”
Sin embargo, esta estrategia no está exenta de resistencia. El marco legal de La Reserva Federal (FED) le otorga una alta independencia, y la designación del presidente y de los miembros del consejo requiere la confirmación del Senado. El intento del equipo de Trump de impugnar la legitimidad de los actuales miembros del consejo (como Lisa Cook) a través de los tribunales fue desestimado por un tribunal de menor instancia, y la Corte Suprema revisará este caso en enero de 2026. Además, las preocupaciones del mercado sobre una política de flexibilización demasiado agresiva que podría llevar a un descontrol de la inflación están en aumento, especialmente en el contexto del plan de Trump de implementar altos aranceles (que se espera que aumenten el IPC en un 0.5-1%).
2.3 La reacción del mercado y la academia
El optimismo del mercado de predicciones (como Kalshi) sobre Hassert (probabilidad del 48%) refleja la expectativa de los inversores sobre el aumento de la influencia de Trump, pero la imagen sólida de Waller y Bowman también ha ganado el apoyo de algunos inversores institucionales. Los economistas temen que una Reserva Federal (FED) demasiado “politizada” pueda debilitar su credibilidad, lo que llevaría a una depreciación del dólar y un riesgo de burbuja de activos. En la plataforma X, un analista comentó: “Fin de la contracción cuantitativa (QT) + recortes de tasas significativos = ola de liquidez. Es un festín para Bitcoin, pero una pesadilla para los ahorradores.”
Tres, la niebla de la trayectoria de las tasas de interés: de recortes cautelosos a una posible ola de flexibilización
La política monetaria de la Reserva Federal (FED) se encuentra en un punto de inflexión clave. El ciclo de reducción de tasas para 2025 ya ha comenzado, pero la incertidumbre sobre el camino futuro se ha intensificado debido al cierre del gobierno, el impacto de los aranceles y las inclinaciones de los sucesores. A continuación se presenta un análisis sobre la trayectoria de las tasas de interés:
3.1 Línea base actual: reducción gradual de tasas
Según la última encuesta de Reuters, se espera que el mercado prevea dos recortes de 25 puntos básicos en 2025, y que la tasa de fondos federales se reduzca a aproximadamente 3.25% a finales de 2026, cerca del nivel de tasa neutral. Powell, en su reciente discurso, indicó que la política actual sigue siendo restrictiva (la tasa de interés real es superior a la tasa neutral), pero el riesgo a la baja en el mercado laboral ha llevado a la Reserva Federal a acelerar el ritmo de flexibilización. Se prevé que la reunión del 28-29 de octubre recorte nuevamente 25 puntos básicos, y que en diciembre se realice otro recorte de 25 puntos básicos, sumando un total de 50 puntos básicos de recorte en 2025.
Sin embargo, el cierre del gobierno ha llevado a la falta de datos clave, lo que hace que la toma de decisiones esté llena de incertidumbre. Por ejemplo, los datos del IPC de septiembre se publicarán el 24 de octubre, pero el informe de empleo no agrícola ha sido retrasado, obligando a La Reserva Federal (FED) a depender más de las señales del mercado y de datos no oficiales. Powell admitió: “No tenemos un camino sin riesgos, debemos encontrar un equilibrio entre el empleo y la inflación.”
3.2 Presión dovish: ¿hacia una ola de flexibilización?
El nuevo director designado por Trump, Stephen Moore, apoyó una reducción de 50 puntos básicos en la reunión de septiembre, abogando por una reducción acumulada de 125 puntos básicos para finales de 2025, llevando las tasas de interés a un nivel ultra bajo de 2.75%-3.00%. Esta postura agresiva está en línea con la demanda de Trump de tasas de interés bajas y podría allanar el camino para enfrentar el impacto de los aranceles y estimular el crecimiento económico. Los comerciantes en la plataforma X están muy emocionados, diciendo que “después de Powell, La Reserva Federal (FED) iniciará el modo QE, y la liquidez inundará el mercado”.
El final de la contracción cuantitativa (QT) también se ha convertido en un tema de discusión. Powell insinuó que las reservas del sistema bancario son “excesivas”, pero la liquidez está “gradualmente restringiéndose”. El mercado interpreta que la Reserva Federal (FED) podría detener QT a principios de 2026, e incluso reiniciar la expansión cuantitativa (QE), para enfrentar las fluctuaciones económicas provocadas por los aranceles. Esta expectativa ha elevado los precios de activos duros como el oro y el bitcoin, al tiempo que ha generado preocupaciones sobre la devaluación del dólar.
3.3 Riesgos y desafíos
La reducción agresiva de tasas no está exenta de costos. La política arancelaria propuesta por Trump (aumentar los aranceles a los productos importados en un 10-20%) podría aumentar la inflación, contrarrestando el efecto estimulante de la reducción de tasas. Los precios de la energía fluctúan debido a tensiones geopolíticas (como la situación en el Medio Oriente), lo que también plantea riesgos para un repunte inflacionario. Los halcones dentro de la Reserva Federal (como Waller) abogan por una reducción de tasas cautelosa, advirtiendo que un aflojamiento demasiado rápido podría llevar a burbujas de activos y a una debilidad del dólar. Además, el aumento en la tasa de incumplimiento de préstamos en bienes raíces comerciales y los riesgos potenciales en el sistema bancario también exigen que la Reserva Federal mantenga la vigilancia regulatoria mientras afloja la política.
Cuarta, la prueba de independencia: La batalla del alma de la Reserva Federal (FED)
La independencia de la Reserva Federal (FED) es la piedra angular de su historia centenaria, pero la fuerte intervención del gobierno de Trump está poniendo a prueba su capacidad como nunca antes. Los últimos meses del mandato de Powell serán la prueba de fuego para determinar si la Reserva Federal (FED) puede mantener su autonomía en la política.
4.1 La lucha entre la ley y la política
La Reserva Federal (FED) de la marco legal establece claramente que la designación y destitución del presidente y los directores deben ser aprobadas por el Senado, y no se pueden reemplazar arbitrariamente debido a diferencias de política. El equipo de Trump intentó impugnar la legitimidad de los directores actuales a través de los tribunales (como el caso de Lisa Cook), pero los tribunales inferiores ya han desestimado las demandas relacionadas, y la decisión del Tribunal Supremo (enero de 2026) será un punto clave. Powell también ha dejado claro que, incluso si deja de ser presidente, continuará desempeñando su función como director hasta 2028, lo que reserva un cierto grado de continuidad de políticas dentro de la Reserva Federal (FED).
4.2 La influencia a largo plazo de Trump
Incluso si Trump no puede reemplazar directamente a Powell, su estrategia de “transformar” la Reserva Federal (FED) a través de los nuevos presidentes y directores podría ser más profunda. La llegada de candidatos como Hassett y Milan podría cambiar el enfoque de la política de la Reserva Federal (FED) de una doble misión a un enfoque más centrado en el crecimiento. Este cambio podría impulsar temporalmente el mercado de valores y las criptomonedas, pero los riesgos a largo plazo incluyen la pérdida de control de la inflación, la depreciación del dólar y la inestabilidad de los flujos de capital internacionales.
4.3 Perspectiva global: el papel de La Reserva Federal (FED)
La política de la Reserva Federal (FED) no solo afecta a la economía de Estados Unidos, sino que también tiene un profundo impacto en los mercados globales. En 2025, la economía global enfrenta múltiples desafíos: el crecimiento en la zona euro es débil, el mercado inmobiliario en China sigue en una caída continua, y la presión de deuda en los mercados emergentes está en aumento. La reducción de tasas de interés y el potencial de QE por parte de la Reserva Federal (FED) podrían proporcionar un respiro en la liquidez global, pero si las políticas son demasiado expansivas, podrían desencadenar devaluaciones de las monedas en los mercados emergentes y la fuga de capitales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió recientemente que si se ve afectada la independencia de la Reserva Federal (FED), podría debilitar la confianza global en el sistema del dólar.
Cinco, Conclusión: el suspenso persiste, la disputa continúa
La incertidumbre sobre el final del mandato de Powell no solo se refiere a un cambio de personal, sino que también es una lucha sobre la dirección futura de la Reserva Federal (FED). La elección de su sucesor determinará si la política monetaria continuará con el enfoque cauteloso y equilibrado de Powell, o si se orientará hacia el agresivo aflojamiento que espera Trump. La niebla sobre la trayectoria de las tasas de interés, el impacto potencial de los aranceles y la prueba de la independencia de la Reserva Federal (FED) conforman el núcleo de este juego de alto riesgo.
El mercado ya ha dividido sus expectativas para 2025-2026: los optimistas anhelan un auge de activos bajo una ola de liquidez, mientras que los pesimistas temen un rebote de la inflación y una crisis del dólar. La intensa discusión en la plataforma X refleja esta división: “Después de Powell, la Reserva Federal (FED) será o un motor de crecimiento o encenderá una bomba de inflación.” Para los inversores, activos duros como el oro y el bitcoin pueden ser opciones para cubrir la incertidumbre; para el público en general, la fluctuación del costo de vida será una prueba más directa.
En los próximos meses, los datos del IPC de septiembre (publicados el 24 de octubre), los resultados de la reunión del FOMC de octubre y el progreso de la nominación del equipo de Trump proporcionarán más pistas sobre este juego. Independientemente del resultado, la lucha por el alma de la Reserva Federal (FED) ha comenzado, y su desenlace moldeará profundamente el futuro de la economía de Estados Unidos y del mundo.