Imagina despertarte y descubrir que tu cuenta bancaria o billetera de criptomonedas ha sido congelada, dejándote sin acceso a tus fondos. Es una situación en la que cada vez más personas se encuentran a medida que los bancos y los intercambios centralizados (CEX) aplican regulaciones estrictas bajo el pretexto de la prevención de lavado de dinero (AML) y delitos financieros.